Intercooler
Después de cónocer qué es el turbo, así como los diferentes tipos que se pueden encontrar en el mercado vamos a pasar a conocer una de las piezas claves del entremado mecánico de los motores sobrealimentados, el intercooler.
Para conseguir ese propósito el intercooler necesita colocarse en una zona que reciba el aire de frente, para poder convertirse en una “nevera” a pleno rendimiento. Generalmente, si sus dimensiones son grandes, suele colocarse en la parte central-frontal. Cuando es más pequeño, una posición habitual es en los pases de rueda frontales.
Todo comienza en el momento en el que demandamos potencia con el pedal de acelerador. En ese mismo instante, las aspas del turbo empiezan a funcionar, de tal modo que comienzan a aspirar aire atmosférico a través del filtro.

La ventaja de que el intercooler esté colocado en una ubicación que reciba una gran cantidad de aire del exterior, es que no tardará mucho tiempo en enfriar el flujo de aire que proviene del turbo. Si seguimos acelerando, el colector de admisión tendrá la mariposa abierta y los pistones solicitarán más aire. Como podemos comprobar en el dibujo, ahora mismo estaríamos en la parte coloreada de azul (que hace referencia a un aire más frío), que entra en en los pistones y es expulsado a la caracola de escape del turbo (la cual está conectada con la tubería de escape).
En resumen, el aire entra con una temperatura exterior en la caracola de admisión, con la presión se calienta, el intercooler lo enfría y lo envía con la temperatura adecuada al motor. Aunque en primera instancia pueda parecer un invento de lo más normal y común, el intercooler ayuda a los motores sobrealimentados dar lo mejor de sí mismos.
https://noticias.coches.com/consejos/intercooler-que-es-y-como-funciona/160303
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